Unicef ha expresado su alarma ante el número de migrantes y refugiados muertos durante la semana pasada en el Mediterráneo central, muchos de los cuales se cree que eran menores no acompañados. De hecho en 2016 cada mes llegaron 1.000 niños no acompañados a Italia.
Así lo dijo este lunes la ONU que defiende los derechos de la infancia en un comunicado, en el que también anunció que para anticiparse a un posible aumento de niños migrantes y refugiados que utilicen el peligroso paso entre Libia e Italia, Unicef comenzará una operación con el Gobierno italiano y sus aliados para prestar servicios de protección a estos menores.
La gran mayoría de menores que usan ese paso, denunció la organización, son adolescentes no acompañados y se han enfrentado a terribles abusos, explotación y a la posibilidad de morir en cada paso de su travesía.
"Las historias que he escuchado personalmente de los niños que hacen este viaje son horribles. Ningún niño debería enfrentarse a esto. Sus vidas están en las manos de traficantes a los que no les preocupa otra cosa que el dinero que puedan sacar de ellos", dijo Marie-Pierre Poirier, coordinadora especial de Unicef para la crisis de Europa de migrantes y refugiados.