El Gobierno de Mariano Rajoy evitó este viernes entrar en la polémica que han suscitado las declaraciones de Aznar, que ayer reclamó a los líderes políticos que hagan sacrificios personales para garantizar el gobierno tras el 26J.
La vicepresidenta y portavoz del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, se negó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros a valorar las palabras de Aznar, que han vuelto a suscitar un debate sobre si Rajoy debería apartarse de la primera fila del PP y de la política si no consigue apoyos suficientes para ser investido presidente por segunda vez.
"No voy a hacer interpretaciones de interpretaciones", replicó Sáenz de Santamaría sobre las manifestaciones de Aznar, que los medios de comunicación han recibido como un mensaje directo a Rajoy por plantear que hay que asumir sacrificios personales para facilitar que haya un nuevo Gobierno en España.
Asimismo, la vicepresidenta se refirió a la estrategia de campaña que está desarrollando el Partido Popular para tratar de denunciar que un cambio de las políticas económicas podrían en riesgo la mejora del crecimiento y la creación de empleo, especialmente si llega al poder una formación como Podemos.
Sáenz de Santamaría desechó que ese mensaje pueda ir en beneficio de Podemos y en contra del Partido Popular, ya que considera que una campaña electoral es "explicación" de las políticas por encima de todas las cosas.
"A cada uno de los partidos le conviene explicar lo que va a hacer y explicar los riesgos que considera que hay en España si se cambian las políticas económicas", dijo. "Me parece muy relevante para que los ciudadanos conozcan cuáles son los aspectos para una y otra política y ese es el punto en el que tenemos que trabajar".