Messi fue la estrella absoluta de un partido en el que sólo dejó brillar, de vez en cuando, a su compañero de fatigas, Neymar. El Camp Nou acudió anoche a una lección de fútbol, si no tenemos en cuenta la pitada al himno del torneo y una "inesperada" exhibición de esteladas por parte de los hinchas, que no olvidan lo que sucedió en Berlín.
Ter Stegen ya hacía presagiar en el 1-0 que el Barcelona no iba a dar respiro a su rival, tras parar un penalti a Demélé. El Celtic se quedaba sin opciones pese a que sus extremos, Roberts y Sinclair, tampoco se lo pusieron fácil a los laterales del Barça.
Los azulgrana se hicieron con una posesión indiscutible, con ataques largos y recuperaciones efectivas, para desesperación del Celtic. El equipo de Luis Enrique se apoyó en el 10, quien se hizo con el control del partido y se valió únicamente de Neymar.
Reapareció momentáneamente el mejor Iniesta para enganchar una volea tremenda en el punto de penalti, aunque también Messi le cedió un tiro libre a Neymar para que batiera a De Vries. El argentino puso el marcador a 5-0, dando paso a Luis Suárez en el 6-0, para rematar con un 7-0.