España ha perdido más de 700.000 habitantes en el último lustro, lo que supone más población que la que tiene la ciudad de Sevilla. A la vez, en los años más duros de la crisis económica bajó intensamente el porcentaje de población extranjera.
Estas son algunas de las conclusiones del informe ‘Evolución de la estructura demográfica en España’, publicado por EAE Business School, que analiza los retos y las contradicciones de una creciente pirámide invertida poblacional.
De seguir esta tendencia, en 2030 vivirán en España menos de 46 millones de personas, y en 2065 apenas 41 millones, que será la misma cantidad de población que había en 2001.