Con la llegada del invierno, es esencial preparar el cuerpo mediante la correcta combinación de vitaminas y minerales. Las ventas de suplementos multivitamínicos han aumentado notablemente, especialmente durante la pandemia. Conocer las interacciones entre nutrientes es crucial para maximizar su eficacia. Se recomienda tomar magnesio y calcio en proporciones adecuadas, mientras que se deben evitar combinaciones como vitamina C con B12 o hierro con té. La cronobiología también juega un papel importante en la absorción de nutrientes, sugiriendo que ciertos suplementos se tomen a diferentes horas del día. Para reforzar el sistema inmunitario en invierno, se aconseja un aporte de vitamina C y D, así como zinc y selenio. Consultar a un profesional de la salud es fundamental antes de iniciar cualquier suplementación.
Con la llegada del frío, se observa un notable incremento en las ventas de suplementos multivitamínicos y minerales. Este sector, que alcanzó un valor de 325.000 millones de euros en 2019, experimentó un crecimiento significativo, entre el 40% y el 60%, durante la pandemia de COVID-19, según un estudio realizado por la Universidad de Pensilvania. Este auge se debe al creciente interés por fortalecer el sistema inmunológico mediante el consumo de vitaminas y minerales como la vitamina C, el zinc y los probióticos.
A pesar de su popularidad, es crucial entender cómo combinar adecuadamente estos suplementos para evitar interacciones negativas y maximizar sus beneficios. Según María José Alonso Osorio, especialista en farmacia y profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), “es necesario diferenciar entre las combinaciones que se encuentran en los complementos alimenticios multivitamínicos y minerales, donde los micronutrientes están equilibrados entre sí, y la ingesta por separado de dosis altas”. Un desequilibrio puede resultar en problemas de absorción y una menor eficacia.
Magnesio y calcio: Estos dos minerales son esenciales; el magnesio facilita la absorción del calcio siempre que se consuman en una proporción equilibrada, sin superar la relación 2:1 (dos partes de calcio por una parte de magnesio). Un exceso de calcio puede afectar drásticamente la absorción del magnesio.
Vitamina C y B12: La ingesta simultánea de dosis elevadas de vitamina C puede reducir la absorción de vitamina B12.
Vitamina D y B12: Debido a que la vitamina D es soluble en grasas y la B12 en agua, tomarlas juntas con alimentos grasos o agua podría interferir con su absorción. Es preferible consumir vitamina D con alimentos grasos y B12 con agua fuera de las comidas.
Ácido fólico (vitamina B9) y B12: Altas dosis de ácido fólico pueden disminuir las concentraciones sanguíneas de vitamina B12.
Hierro, té y calcio: El té verde reduce significativamente la absorción del hierro debido a los taninos. Por lo tanto, es recomendable tomar hierro con zumo de naranja para potenciar su absorción. Los suplementos de hierro deben ingerirse con al menos dos horas de diferencia respecto a alimentos o suplementos ricos en calcio.
La cronobiología, que estudia cómo el tiempo influye en la eficacia nutricional, juega un papel clave al consumir suplementos. Alonso recomienda tomar los complementos multivitamínicos y minerales “a primera hora con un buen desayuno y un gran vaso de agua” para asegurar el aporte necesario para las funciones diarias.
Cando se consumen por separado, se deben seguir ciertas pautas: las vitaminas liposolubles A, D, E y K son más efectivas si se toman “por la mañana después de un desayuno abundante”, ya que se distribuyen adecuadamente a través del sistema linfático. Las vitaminas del grupo B, fundamentales para procesos celulares como producción energética, también deberían administrarse por la mañana para favorecer el rendimiento cognitivo.
A su vez, el hierro, idealmente debe ser tomado con el estómago vacío por la mañana o entre comidas principales para optimizar su absorción. Se recomienda acompañarlo con agua o zumo de naranja pero evitar leche o té.
“Si no hay deficiencias evidentes, no es necesario suplementar”, señala Alonso. Sin embargo, ante hábitos alimentarios deficientes o situaciones que aumentan las necesidades nutricionales —como estrés o actividad física— podría ser útil recurrir a un multivitamínico multimineral.
A medida que avanza el invierno, incrementar el consumo de vitamina C y D, así como minerales como selenio y zinc, puede ser beneficioso para reforzar el sistema inmunológico. Para quienes comienzan a incorporar suplementos a su dieta, se aconseja consultar a un profesional que evalúe hábitos alimentarios y estado general antes de recomendar algún suplemento específico.
Con la llegada del frío, las ventas de suplementos multivitamínicos y minerales aumentan significativamente debido al interés por reforzar el sistema inmunitario.
Una combinación aconsejada es la de magnesio y calcio, donde el magnesio ayuda a la absorción del calcio siempre que se mantenga una proporción equilibrada.
Se deben evitar combinaciones como vitamina C con B12, ya que puede reducir la absorción de esta última. También es mejor no tomar vitamina D y B12 juntas con alimentos grasos o agua al mismo tiempo.
Se recomienda tomar los complementos multivitamínicos y minerales a primera hora con un buen desayuno y un gran vaso de agua para asegurar un adecuado aporte de nutrientes.
No sería necesario suplementar si no existe ninguna deficiencia manifiesta. Sin embargo, en caso de malos hábitos alimentarios o requerimientos aumentados, podría ser útil recurrir a un multivitamínico.
Aportar vitamina C y D, así como minerales como selenio y zinc, puede ser útil en invierno por su efecto de refuerzo del sistema inmunitario.