Porsche Penske Motorsport se prepara para el icónico 24 Horas de Daytona, un evento clave en la temporada de la IMSA. En este circuito, los vehículos enfrentan desafíos únicos debido a la combinación de secciones de alta velocidad y tramos técnicos. El ingeniero Brandon Fry destaca la necesidad de un compromiso excepcional en la configuración del Porsche 963 para optimizar tanto la velocidad como el rendimiento en curvas. Con condiciones climáticas variables y una competencia intensa, los pilotos como Felipe Nasr enfatizan la importancia de la experiencia en el manejo del tráfico durante la carrera. La estrategia de neumáticos también juega un papel crucial, ya que las temperaturas cambian drásticamente a lo largo del evento.
El Daytona International Speedway, conocido como el "Centro Mundial de las Carreras", se prepara para recibir el tradicional inicio de la temporada de la serie IMSA en Norteamérica. Durante esta emblemática competencia, los prototipos y vehículos GT recorren aproximadamente el 80 por ciento del ovalo NASCAR de 2,5 millas (4 kilómetros). Con un porcentaje de aceleración que supera el 80 por ciento, se alcanzan velocidades superiores a los 320 km/h en las secciones del circuito. Sin embargo, tras cruzar la línea de meta, los autos giran hacia la izquierda en un estrecho tramo interno donde las exigencias cambian drásticamente.
En este sector, no solo se busca la máxima velocidad, sino también una óptima capacidad de frenado, presión aerodinámica y tracción perfecta. Este desafío es una constante para los ingenieros de Porsche Penske Motorsport, quienes deben ajustar el Porsche 963 para adaptarse a dos secciones completamente diferentes del circuito.
Brandon Fry, ingeniero jefe del equipo Porsche en la IMSA WeatherTech SportsCar Championship, señala que "Daytona requiere un compromiso inusual en la configuración de los vehículos que no funcionaría en muchas otras pistas". En las partes ovaladas del circuito, los pilotos alcanzan velocidades sin igual en toda la temporada IMSA. Por otro lado, el infield presenta curvas tan cerradas como las de un circuito urbano. El objetivo es encontrar un equilibrio óptimo entre velocidad máxima, estabilidad al frenar, tracción y desgaste de neumáticos.
Para alcanzar altas velocidades es esencial contar con bajo coeficiente aerodinámico, poca altura del vehículo y una plataforma aerodinámica estable. Sin embargo, estas características encuentran limitaciones significativas en el Daytona International Speedway. Para abordar las curvas conocidas como "Horseshoe" y el rápido "Kink" dentro del infield, es crucial generar carga aerodinámica, lo que contradice la necesidad de reducir la resistencia al aire.
La carrera también enfrenta variaciones extremas en las temperaturas de la pista. Comenzando a las 13:40 horas bajo el sol floridano, el asfalto puede calentarse rápidamente a más de 40 grados Celsius. Al final de la carrera al día siguiente a la misma hora, aunque las temperaturas pueden ser similares, las condiciones han cambiado debido al desgaste acumulado y la acumulación de goma en la pista.
Fry explica que "cuando las temperaturas caen por debajo de 15 grados Celsius, hay un punto en el que los neumáticos blandos se vuelven más efectivos". Michelin proporciona dos opciones a los equipos: una mezcla media para climas cálidos y una blanda para condiciones más frescas. Aunque existe un intervalo designado para usar neumáticos blandos durante la carrera, su uso no es obligatorio.
En Daytona 2025 participarán un total de 61 coches divididos en cuatro categorías. El Porsche 963 competirá en la categoría GTP contra otros prototipos híbridos por otro triunfo general. Los cuatro Porsche 911 GT3 R estarán presentes en las respectivas categorías GT. La clase LMP2 también será parte del evento este año con pilotos destacados como António Félix da Costa.
Felipe Nasr comparte su experiencia sobre cómo "la experiencia marca una gran diferencia" cuando se trata de navegar situaciones complicadas durante la carrera. Junto a él están Nick Tandy y Laurens Vanthoor como compañeros de equipo. Nasr enfatiza que conocer bien el circuito permite tomar decisiones rápidas y efectivas ante otros vehículos durante las intensas competencias.
Los llamados spotters juegan un papel crucial ayudando a los pilotos a maniobrar entre el tráfico denso: “Inside, inside, still there… clear!” Estas indicaciones son vitales para mantener un control seguro sobre los autos durante las intensas 24 horas de carrera.
Los ingenieros de Porsche Penske Motorsport deben encontrar un equilibrio entre la configuración del vehículo para las secciones de alta velocidad y las curvas cerradas del infield. Esto implica ajustar la aerodinámica, la estabilidad de frenado y la tracción.
Las temperaturas de la pista pueden variar significativamente durante la carrera, lo que afecta el rendimiento de los neumáticos. Las decisiones sobre qué mezcla de neumáticos usar son cruciales y dependen de las condiciones cambiantes a lo largo del día y la noche.
La experiencia es clave para navegar en el tráfico denso durante la carrera. Los pilotos deben tomar decisiones rápidas y comunicarse con sus spotters para evitar accidentes al adelantar a otros vehículos.
El ajuste del vehículo es fundamental para maximizar el rendimiento. Un buen ajuste en el infield puede mejorar no solo los tiempos por vuelta, sino también la durabilidad de los neumáticos.