La reforma fiscal que el PSOE lleva en su programa electoral contempla una subida de dos puntos de la presión fiscal y un descenso de un punto del gasto público.
Fuentes socialistas que han trabajado en esa 'agenda para una recuperación justa' adelantaron a Servimedia que la reforma en el modelo fiscal se traduciría en un incremento de "un par de puntos" de la presión fiscal respecto a la actual.
En el propio texto de la reforma que se presentó el pasado 22 de octubre, el PSOE reconoce que "España no tiene una elevada presión fiscal agregada". "De hecho, nuestros ingresos públicos en relación al PIB se sitúan en el 37,8%, frente al 45,2% del promedio de los países de la Unión Europea, y no superaron el 41% ni en plena burbuja inmobiliaria", recoge el texto.
En este contexto, dichas fuentes económicas explicaron que "sin hacer nada", la presión fiscal baja cuando hay crisis y sube cuando hay la economía va bien, por lo que con la previsión de mejora económica ésta ya subiría de por sí por el incremento de los ingresos públicos. En todo caso, el "compromiso" es que la presión fiscal subiría dos puntos y que el gasto público sobre el PIB bajaría uno, remarcaron.