Artur Mas confirma un acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP por la que renunciará a ser investido de nuevo en favor de Carles Puigdemont y con ello consigue que la renuncia de Mas supone también la adhesión absoluta de la CUP a Junts pel Si.
En una comparecencia de urgencia en el Palacio de la Generalitat, Mas reconoció que nada de lo ocurrido estaba previsto hace 24 horas, pero que "en estos momentos decisivos, se han encontrado caminos para desbloquear cosas que parecía que no se podían desbloquear", con una "decisión trascendente" para "sacar adelante este país", al que "le faltaba perspectiva" y "proyectos cuando lo habíamos tenido casi todo hace unos meses".
Ratificó su convencimiento de que repetir elecciones "era el peor escenario" si "se podía llegar a un acuerdo equilibrado, razonable, que permitiera empezar a trabajar y sacar adelante este país", que es lo que aseguró que ha intentado siempre.
Reconoció que la solución adoptada "tiene costes, pero también beneficios", y él está "convencido de que los beneficios superan los costes políticos y personales" que asume. Atribuyó su decisión a movimientos personales y de entidades muy representativas que han configurado la salida.
La describió así: él no se presentará como candidato a la Presidencia de la Generalitat, una decisión que definió como "muy dolorosa" para él, pero que aseguró que se verán pronto los beneficios. Afirmó que tendrá "algunas funciones" y que él nunca ha querido cargos y que la Presidencia de la Generalitat "no es una subasta", por lo que a partir del lunes será "expresidente" y quedará "a disposición del nuevo presidente y el nuevo Gobierno" para aportar "con mucho gusto" lo que se le encomiende "sin pedir nada a cambio, y sobre todo sin pedir ningún cargo".