El Gobierno de Mariano Rajoy considera que si Puigdemont, renuncia la semana que viene a aprobar una declaración de independencia tras los resultados del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre estaría dando "un paso muy importante" para volver a legalidad.
Así lo aseguraron fuentes próximas a Rajoy ante el retraso del Gobierno autonómico de Puigdemont a la hora de proclamar una república independiente en Cataluña, dado que inicialmente prometió que lo haría inmediatamente después del referéndum, luego se dijo que en menos de 48 horas, posteriormente se rumoraba que sería este fin de semana y ahora se duda incluso de que suceda en el Pleno que el Parlamento de Cataluña pretende convocar para el próximo martes.
El Ejecutivo de Rajoy considera que "lo más importante" en estos momentos es que no se produzca una declaración unilateral de independencia que supondría un paso "irreversible" y probablemente conllevaría la inmediata aplicación del artículo 155 de la Constitución española para recortar o suspender legalmente las competencias autonómicas de la Generalitat.
En La Moncloa aseguran que el diálogo no es posible mientras Puigdemont mantenga abierta la opción de aprobar una declaración unilateral de independencia amparada en los resultados del referéndum del 1 de octubre, en el que el 90% de las papeletas dijeron 'sí' a la secesión, según los datos que dio esa misma noche la Generalitat.
El Gobierno descarta hablar con Puigdemont en esas circunstancias porque sería como tener "una pistola encima de la mesa" mientras se habla y, por lo tanto, someterse a un chantaje de los independentistas para conceder privilegios a Cataluña a cambio de que no se separen del resto de España.
Las fuentes consultadas, que hace una semana sostenían que Carles Puigdemont y su vicepresidente, Oriol Junqueras, se habían deslegitimado ellos mismos como interlocutores democráticos con su respaldo a un referéndum que había sido suspendido por el Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, ahora no descartan que el Gobierno de Rajoy pueda volver en el futuro a sentarse con ellos siempre que vuelvan a la legalidad.