Una operación conjunta entre Brasil e Italia ha resultado en la detención de 23 miembros de una red de tráfico de cocaína vinculada a familias mafiosas italianas. Los grupos criminales utilizaban barcos de carga y aviones privados para enviar grandes cantidades de cocaína a Europa, con el apoyo de Eurojust y Europol. La investigación, que comenzó tras la captura de dos mafiosos en 2019, reveló conexiones entre organizaciones criminales brasileñas e italianas. El 10 de diciembre se realizaron arrestos simultáneos en ambos países, interrumpiendo significativamente las actividades delictivas y documentando más de 1,500 kg de cocaína traficada hacia Europa.
Un operativo coordinado entre Brasil e Italia ha resultado en la detención de 23 miembros de una red de tráfico de cocaína vinculada a familias mafiosas italianas. Este grupo criminal, compuesto por tres organizaciones, utilizaba tanto barcos de carga como aeronaves privadas para transportar grandes cantidades de cocaína hacia Europa.
La colaboración entre Eurojust y Europol fue fundamental para el desarrollo de las investigaciones que llevaron a la acción del 10 de diciembre. La trama se desveló tras la captura en 2019 de dos integrantes de una familia mafiosa italiana en Brasil, lo que dio inicio a un análisis sobre los vínculos entre grupos criminales brasileños e italianos.
Las indagaciones revelaron fuertes lazos entre la mafia italiana y organizaciones criminales brasileñas, las cuales estaban encargadas de coordinar los envíos de cocaína hacia Europa desde el puerto de Paranaguá. A lo largo del proceso investigativo, las autoridades documentaron más de 1,500 kg de cocaína traficados hacia el continente europeo.
El grupo criminal internacional relacionado con la ‘Ndrangheta en Piamonte ocultaba los envíos de cocaína dentro de barcos mercantes destinados a diversos puertos europeos. Además, también se utilizaban aviones privados para el transporte aéreo. Las actividades generaban enormes beneficios económicos para la organización delictiva, que lavaba sus ganancias multimillonarias a través de una compleja red de individuos y empresas.
A partir del establecimiento en 2020 de un equipo conjunto de investigación (JIT) en Eurojust, las autoridades italianas y brasileñas pudieron intercambiar información en tiempo real y planificar arrestos y registros simultáneos en ambos países. Europol desempeñó un papel crucial al coordinar el intercambio informativo entre los Estados miembros de la UE y Brasil, proporcionando paquetes de inteligencia que facilitaron la finalización de las investigaciones.
El esfuerzo culminó en una operación masiva el 10 de diciembre, donde se interrumpieron las actividades criminales mediante la detención de 23 sospechosos, cinco en Italia y dieciocho en Brasil. Se realizaron registros en varias direcciones a lo largo del territorio brasileño.
Entre las instituciones que participaron en esta operación se encuentran:
Cifra | Descripción |
---|---|
23 | Arrestos totales |
1,500 kg | Cocaína documentada traficada a Europa |
5 | Arrestos en Italia |
18 | Arrestos en Brasil |
Se realizó una operación conjunta que resultó en la detención de 23 miembros de una red de tráfico de cocaína vinculada a familias mafiosas en Italia.
Los tres grupos criminales utilizaban barcos de carga y aeronaves privadas para transportar grandes cantidades de cocaína a Europa.
Las investigaciones fueron apoyadas por Eurojust y Europol, que facilitaron el intercambio de información y la coordinación entre las autoridades de Italia y Brasil.
La investigación se extendió durante cuatro años, comenzando tras la detención de dos miembros de una familia mafiosa italiana en Brasil en 2019.
Las autoridades documentaron más de 1,500 kg de cocaína traficada hacia Europa durante las investigaciones.
El 10 de diciembre, se llevó a cabo una operación a gran escala que culminó con la detención de 23 sospechosos, 5 en Italia y 18 en Brasil, así como registros en varias direcciones en Brasil.
En Italia, participaron la Oficina del Fiscal Público de Turín, la Dirección Antimafia del Distrito, y otras agencias. En Brasil, participaron la Oficina del Fiscal Público Federal y diversas Policías Federales.