Las tensiones comerciales están afectando gravemente la economía global, que se espera crezca solo un 2,3% en 2025. Según un informe de la ONU, el panorama económico es preocupante, marcado por la incertidumbre y la volatilidad financiera. Este contexto recesivo podría complicar aún más el desarrollo económico a nivel mundial.
El panorama económico para 2025 se presenta como sombrío, con un enfoque que sugiere una posible recesión. Esta es la conclusión a la que llega el informe más reciente de una conferencia especializada de la ONU, que destaca que el crecimiento previsto para este año sería apenas del 2,3%.
Entre los factores que contribuyen a este modesto avance se encuentran la incertidumbre, la volatilidad financiera y las crecientes tensiones comerciales a nivel internacional. Estos elementos han creado un entorno poco propicio para un desarrollo económico robusto.
Los analistas advierten que la combinación de estos factores no solo afecta a las proyecciones económicas, sino que también genera un clima de desconfianza entre los inversores y los mercados. La falta de claridad en las políticas comerciales y el aumento de las barreras arancelarias están complicando aún más el panorama.
A medida que avanzan los meses, se espera que estas condiciones continúen influyendo negativamente en el crecimiento económico global, lo que podría llevar a una desaceleración aún mayor si no se toman medidas adecuadas para mitigar estas tensiones.