Sabíamos que iba a pasar. Es la crónica de una muerte anunciada. Pese a que los errejonistas han intentado con todas sus fuerzas destronar a su líder, éste les ha aplastado en una sonada derrota que, de seguro, traerá consecuencias.
Pablo Iglesias ha salido triunfante de Vistalegre II, dejando "sentenciado" a un Errejón en horas bajas, que ha osado dividir Podemos con su consecuente desenlace: la expulsión del número 2 del partido podría ser cuestión de días.
O eso es lo que teme el ala "más amable" de la formación, que ha intentado encumbrar a Íñigo contra el titán de las mareas, que han acabado por darle la razón.
Aun así, el primer paso no lo dará el vencido, sino que esperará órdenes de Iglesias, que si sigue la línea de las declaraciones vertidas por Juan Carlos Monedero a su llegada a Vistalegre, no le queda otro remedio que retirarse.
A pesar de la victoria, el líder de Podemos sabe que fulminar a su número 2 no estaría bien visto por las bases, por lo que podría delegar esta decisión en el Consejo Ciudadano, al que ha señalado en multitud de ocasiones como el órgano "que debe tomar la iniciativa respecto al futuro de Errejón".
El equipo del secretario general obtuvo 37 consejeros, mientras que Errejón consiguió 23 y los anticapitalistas obtuvieron, por primera vez, dos representantes. Se avecina tormenta en Podemos, más aún si cabe.