De esta manera se pretende evitar un uso fraudulento de las mismas como falsificaciones, uso del documento de un usuario fallecido o aparcamiento con la misma cuando la persona titular no se encuentra en el interior del vehículo. Por estos motivos, los agentes ya han retirado quince tarjetas de estacionamiento.
El objetivo general de esta iniciativa municipal es fomentar el respeto a las personas con discapacidad y favorecer a quienes tienen autorización en regla para que puedan utilizar estas reservas de espacio, que en algunos casos supone el 10% del total de las plazas disponibles.
Las sanciones para este tipo de actuaciones son de 200 euros e implican la retirada del documento. Además, en los casos más graves, las personas que hacen uso fraudulento pueden ser acusadas de falsificación en documento público.