Ana Redondo, ministra de Igualdad, ha destacado el compromiso del Gobierno español en la lucha contra el racismo y la discriminación durante su participación en el IV Foro Global contra el Racismo y las Discriminaciones de la UNESCO, celebrado en Barcelona. Este evento reúne a más de 1.000 líderes políticos y expertos para abordar temas de equidad racial, igualdad de género y políticas inclusivas. Redondo subrayó que, aunque España no es un país racista, aún enfrenta desafíos significativos y enfatizó la importancia de la educación y datos precisos para combatir el racismo. La ministra también destacó la necesidad de reconocer la existencia del racismo en diversas áreas de la sociedad.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha sido una de las voces destacadas en el panel inaugural del IV Foro Global contra el Racismo y las Discriminaciones de la UNESCO, que se lleva a cabo en Barcelona. Este evento, que reúne a líderes políticos, activistas y expertos de todo el mundo, busca abordar de manera efectiva la lucha contra el racismo en un contexto global.
Organizado por el Ministerio de Igualdad a través de la Dirección General de Igualdad de Trato y No Discriminación y Contra el Racismo, el foro se presenta como un espacio clave para discutir políticas inclusivas que promuevan la equidad racial y la igualdad de género. Se espera que más de 1.000 participantes contribuyan a establecer compromisos concretos para erradicar la discriminación.
El objetivo principal del IV Foro es movilizar a los Estados miembros para desarrollar soluciones prácticas que pongan fin a la discriminación. Para ello, se propone crear una Alianza Global, una red internacional compuesta por diversas partes interesadas comprometidas con superar las barreras hacia la equidad y justicia racial mediante acciones concretas.
A lo largo de su intervención, Ana Redondo calificó este encuentro como «oportuno y necesario», subrayando que aunque España no es un país racista, aún enfrenta importantes desafíos. En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, enfatizó la relevancia de tener presente la Declaración de 1948 para contrarrestar aquellos discursos que fomentan el miedo y el odio hacia lo diferente.
La ministra también destacó que España se posiciona como un referente internacional gracias a su Constitución, que consagra la igualdad y establece leyes orientadas a alcanzarla. Sin embargo, Redondo advirtió sobre los nuevos retos que surgen en la actualidad: negacionismo, populismo y desinformación en redes sociales que alimentan prejuicios y actitudes racistas.
Además, hizo hincapié en la necesidad urgente de acelerar procesos mediante datos que permitan entender mejor el problema del racismo. Esto incluye promover una educación adecuada, legislaciones respetuosas y fortalecer instituciones que colaboren con la sociedad civil y el activismo.
Por su parte, Beatriz Carrillo, directora General de Igualdad de Trato y No Discriminación y Contra el Racismo, subrayó que es fundamental reconocer la existencia del racismo en diversos ámbitos sociales. Según Carrillo, «el silencio no es ninguna respuesta» ante un fenómeno tan arraigado en las calles, escuelas y medios de comunicación.
Con estas declaraciones, tanto Ana Redondo como Beatriz Carrillo ponen de manifiesto no solo los esfuerzos actuales sino también la necesidad imperiosa de continuar trabajando hacia un futuro donde prevalezca la igualdad y se erradique cualquier forma de discriminación.
Ana Redondo es la ministra de Igualdad en España y ha participado en el panel inaugural del IV Foro Global contra el Racismo y las Discriminaciones de la UNESCO.
El objetivo del foro es situar la lucha contra el racismo en la vanguardia de las agendas internacionales y alcanzar compromisos concretos para combatir la discriminación.
Se centra en la equidad racial, la igualdad de género, la paz, la justicia, la formulación de políticas inclusivas y la no discriminación.
Más de 1.000 personas, incluidos líderes políticos, activistas y expertos de todo el mundo, están participando en el evento.
Ana Redondo ha afirmado que aunque España no es un país racista, aún hay muchos retos por delante que deben ser enfrentados.
Menciona nuevos retos como el negacionismo, el populismo, los bulos o las mentiras en redes sociales que refuerzan prejuicios y odio.
El Gobierno español está comprometido con la lucha contra el racismo y busca desarrollar soluciones concretas a través de alianzas globales.